"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".