El alma de un cielo
¡Oh si! Mírate, justo llega un rayo de sol a tus ojos y puedo ver como si fueran ventanas lo que tienes por dentro. Es el mismo cielo, de un calipso turquesa, diáfano y pueril sin una sola nube.
Acá tienes un espejo, pero espera que tengo que hacer coincidir el reflejo del rayo de luz en tus astros para que veas el efecto transparencia. No te muevas que la maniobra es milímetrica.
¡Ahí está funcionando! ¿Te ves ahora? Quiero que veas lo mismo que yo. ¿Viste qué azul eres por dentro? ¡Ah pero espera! Algo pasa... Justo cuando te miras se ennegrecen tus iris. Mmm... ya sé, ven para acá. Siéntate a mi lado porque desde mi ángulo eres un ángel.
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