"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

miércoles, febrero 22, 2006

Oligohisteria

Maria Doré iba por la Kennedy rumbo al bar de siempre, rauda en su citrola. Los aditivos no habían sido más que otras veces y su criterio le había dado permiso para conducir.

Los pasajeros: su novio, María Javiera y María Cristina. Estas últimas dos, iban ebrias a más no poder y no paraban de cantar, reír, hablar, preguntar, cotorrear y finalmente gritar.

Gritar más, cuando a María Doré se le partió un buje y el vehículo comenzó a zigzaguear violentamente, con riesgo de precipitarse tres niveles más abajo, ahí junto al lecho del río.

María Cristina la increpaba: ¡No juegues María! ¡No juegues María! ¡No juegues María! ¡No juegueeeees!

María trataba de mantener la calma, la sensatez y encauzar la máquina, sin que su volante respondiera, mientras el griterío aumentaba y el auto ahora rotaba y rotaba. El griterío era peor, cuando finalmente entre enganche y freno, todo se detuvo una vez dado el quinto giro, dejando a todos mirando hacia el sentido contrario: justo al sudeste.

Se bajaron, y más que tres neumáticos reventados y un raspón de punta a cola, no había pasado nada. Estaban todas a salvo, incluyendo el magnífico novio de la conductora quien, confiado en sus maniobras, no interceptó el volante ni nada, pero brindó todo el apoyo apaciguando a las chillonas y conduciendo durante el tramo que faltaba, mientras la taquicardia de María Doré se calmaba.

Lecciones de esta historia hay muchas, pero me quedo con la templanza del único hombre, su apoyo incondicional, la revisión cada 100.000 kms de los bujes, y con que las Marías, Marías son.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

da horrores automovilístishen!!

maria no puede hacer mas que gritar...ni le hables de la gata, el eje, etc...una solo sabe encender las luces, la radio y el encendedor pa los kilómetros de cigarrillos..


lo del mirando al "sudeste"...sólido...por ultimo pa terminar como loca de patio en los uruguayes con los hombres guapos de la magna filación aquella.

3:01 p. m.

 

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