"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

jueves, marzo 10, 2005

Antojo

Pedí helado de chocolate y como no me gustaba ningún otro sabor- y podían ser dos- pensé pedir el mismo para la segunda bola. ¿Pero no será musho aliar chocolate con chocolate? Decidí buscar otra alternativa,pero me cuesta decidir. Están todos los helados pálidos y escarchados. Sólo el de chocolate se ve cremoso, cálido y me abre el apetito.

Miré más allá del mostrador y me di cuenta de que en vez de sabores típicos puedo escoger además la opción de galletas molidas. La más cara pensé que podía ser la mejor, así que pedí mini galletas de limón de $27 cada paquetito.

Cuando me estaban entregando el barquillo preparado con todo tal cual lo quería y tenía hecha agua la boca, comenzó a pitear la alarma del auto de mi marido. Corrí con el helado cubierto de galletas molidas y me di cuenta de que en realidad es más fácil irme en caja, total igual cabemos los dos.

“¡Mi amor, si los dos cabemos en la caja del televisor olvidémonos para siempre del problema de la alarma del auto que se dispara a cada rato!”- le dije. Me miró analíticamente y estaba de acuerdo conmigo. Era una notable solución.

Nos metimos dentro de la espaciosa caja, y ya sentada me preocupé sólo de saborear mi antojo mientras el puso primera y nos viramos.