"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

viernes, marzo 11, 2005

Antioliguístico

Cuando tomo media botella de vino me pierdo historias. En fin, es bueno no beber, pero es mejor hacerlo sobre todo cuando uno está precisamente bebiendo. Ni antes ni después. Durante, es la mejor parte.

Pioneros es un gran Syrah, la cepa que la lleva junto con el temón de Tosca que repito como trastorno obsesivo compulsivo en el reproductor de CD que tenga a mano. Y en general los vinos son la única opción innovadora al momento de escoger algo diferente para tomar. Dentro de la categoría vinos, los hay tintos, blancos y rosados. De distintas cepas e incluso ensamblados. Cada uno es una oligovariedad y no me alcanzará toda la vida para probarlos todos.

Lo que pasa con los destilados es distinto. Ya en treinta años ninguno me sorprende. Me siento frente a la barra y al pedirle al Negro que me prepare algo iinovador, para mi ya es archi conocido. Creo que cuando uno ya ha probado todos los destilados blancos y dorados de todas las semillas, granos y tubérculos, así como también los fermentados de todas las frutas y se han combinado con solutos acuosos tanto lácteos, como cítricos y artificiales, no queda más que mezclarlo todo y ver que pasa. Pero ojo, eso también está repetido: el Long Island Ice Tea. Lo podría pedir con blanca en vez de coca cola, pero en realidad entre el 97 y el 98 lo tomaba así, clarito...

Ayer murió un joven de 21 años que participaba en una competencia de tequilas. Quería ganarse 250 euros y paró la chala. Me acordé de que también he tomado tequila en abundancia y aunque no morí, estuve cerca. Pero como me salvé, supe que gané, algo disfruté el triunfo y me transformé en eminencia del golpeado. Aunque la más golpeada fui yo, que terminé pasando el resto del año nuevo abrazada al asiento de porcelana.

Ahora viene la nueva etapa, los oligomartinis. Al Negro le pasé una lista con las combinaciones más esquizofrénicas. Como no existen los licores base en Chile y no voy a dedicarme a importar, comenzaré a hacer fermentaciones en casa. Que es harto más entretenido que hacer papel reciclado. El Oligobanana, el Oligokiwi, el Oligozanahoria, el Oligoaloe, el Oligosandía.... Y cada uno con su historia y su presentación.

Debo decir que el Cosmopolitan es uno de mis preferidos pero a la vez quiero aclarar que no es por Sex and The City. Lo tomo desde antes de eso. Y luego de ir al Lamu, le gana el licor de Lychee.... Ese es mi preferido-preferido. O sea, es bueno-bueno. Es Lychee-Lychee.

Si de mis sueños hago un libro y del sushi mi proyecto de título, del alcohol haré el sustento para mi preservación y poder seguir escribiendo y haciendo sushi.

Hoy ya es viernes, estoy de aniversario. El no es alcohólico. Es sibarita ¿ya?