"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

martes, marzo 22, 2005

Oligonáutica

Esta vez sí entramos, no como hace un mes atrás en que la nave, huérfana de ambiente, espantaba haciéndonos retornar al inevitable Clan.

Al traspasar la compuerta, vi a muchos de mis amigos, pero como ha de corresponder, el primer abrazo fue para la festejada garota.

Con aspecto de burdel de poca monta- pero en intento de recuperación- este barco hundido en el fondo de Bikini, otorga un oligoespectáculo a través de sus ventanales , que con vista a la inmensidad de frías aguas, nos enseña la variedad y abundancia de nalgas submarinas.

Al mirar la danza de cortejo de los seres flotantes, me detengo a observar el reflejo de lo que ocurría adentro: una síntesis oligonáutica entre la Esmeralda hundida y el Caleuche, ya que al evento habían asistido en vez de Arturo Prat, la resucitada madre de Bernardo O’Higgins -recién descongelada- y además fui intrépidamente abordada por el mismísimo Trauco y defendida por el Demonio de Tazmania.

La fauna era variada, detecté Lomos Marinos y en el cuarto de baño conocí una Anguila.

Me invadió el sopor del vodka, escapé nadando en mares de alcohol y ahí quedaron todos augurando el desentierro de Diego Portales.