Oligoprincesa de Sealand
Tras perder el rumbo de mi vida y habiendo cumplido mis propósitos básicos, decidí cumplir el sueño de convertirme en princesa de alguien o tal vez de algo. Un sueño escondido que encontré hoy en la mañana cuando me trajeron el sobre lacrado a mi escritorio.
Tras haberme negado a numerosas pedidas de mano en mi vida y optar por la soltería, por primera vez acepto desposarme. Claro que con un príncipe, Roy Bates Jr., quien vio mi blog en Internet y pidió que se lo tradujeran al inglés, cayendo rendidamente enamorado de su desconocida autora, cuyo rostro tal vez haya visto esta tarde, luego de que me fotagrafiara la prensa nacional.
Por mi parte, a Roy Jr. no lo conozco más que por fotos en Google, y si bien no se trata de un tipo tan buenmozo que digamos, lo valoro pues ha sido capaz de sobreponerse al incendio de su país e incluso de ponerlo en venta para salvar a su familia y a la historia de Sealand.
Sealand será mi país, y yo la nueva princesa de aquella nación con estampillas propias emplazada en el océano.
A pesar de valorar su intención, cuando él me preguntó mi opinión, le dije que por ningún motivo vendiéramos esa tierra. Su constitución, la que cambió mi estado civil hoy día por casada con separación de bienes y participación de gananciales, vale oro y su abuelo estaría muy decepcionado de saber que su nieto esté pensando en cambiarlo por apenas dos mil millones de billetes verdes.
Me casé por poder tempranito, programé mis vacaciones y mi cambio de casa en esta nueva vida desterrada de lo mundano, tras perder la cabeza por pena y autodespiste.
La boda con honores reales será este sábado y llegaré en helicóptero, pues no hay otra manera de llegar. Habría querido una “limusina–helicóptero”, pero hasta que lo mencioné, a nadie se le había ocurrido construir esa oligoquimera. Lo que más me motiva, es que así como esa, se me ocurren mil cosas más para construir y crear en ese país devastado en el medio del océano, y cuya paz post guerra y fogosa destrucción serán mis principales estímulos para las ciencias, las artes y la procreación.
De todos modos seguiré escribiendo en este blog. Si tenemos equipo de fútbol como no vamos a tener Wi-Fi. Obvio que tenemos.
http://www.sealandgov.org/