"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

miércoles, octubre 17, 2007

Estilista de mi muñeca

Desde hace siete meses que me encuentro en un estado lúdico que jamás viví ni en mi más tierna infancia. Se trata de una desconocida, incipiente y fanática afición por una muñeca que me tiene trastornada.



Se trata de una mini Konitukio que me quita el sueño y que me llena del más enorme sentimiento de amor que jamás haya sentido. Tengo la panza a punto de explotar y cada patada es una conexión inexplicable de emoción con mi corazón.


Nunca tuve ropa de muñeca ni corté metros de organza fucsia. Hoy mi hogar se prepara para recibirla y mi vientre es el primer palacio de esta niñita princesoide que ha venido a iluminar mi sonrisa.