"Estoy cansada" - le dije. Pero ella miraba con los ojos blancos buscando la respuesta como quien intenta mirarse la nuca por dentro. "Estoy muy cansada" - insistí. Y la respuesta ella la tenía en la punta de la lengua, pero aún no podía verbalizarla. - "Estoy agobiada. ¿Qué me pasa?" - Volví a preguntar. - "Te hacen falta Oligoelementos".

viernes, julio 29, 2005

Permanambios

http://oligoelementos.blogspot.com

domingo, julio 24, 2005

Post Mortum


La muerte puede llegar en cualquier momento y si no escribo ahora tal vez no lo haga nunca.

No es que crea que vaya a morir pronto, sino que tal vez se me olvide escribir o no tenga tiempo, por eso prefiero describir mis deseos post mortum ahora.

- En cuanto muera, la persona más cercana a mi en ese momento, deberá acceder a mi messenger con el nick: "He muerto: Este sabado nos despedimos a las 22.00".

- El password de mi Msn estará en una carpeta llamada "Pass+" en www.konitukiomurio.cl. Login: cercano1 , Password: fecha de nacimiento de cercano uno en formato "ddmmaa".

- Todos los de mi lista de msn deberán creer en este mensaje y ponerse de acuerdo -a través del chat- en reunirnos en El Clandestino y avisarles a todos los que no están en mi lista.

- Por favor, deposítenme en una urna sobria y económica, cuyo valor agregado será el contenido y los mensajes pintados por todos.

- No considerar clero.

- Tengo un seguro de vida a nombre de una ex pareja, pronto lo cambiaré a nombre de Persona Cercana 1 para que lo ahorrado se destine: 20% a la fiesta, 30% a Damián y 50% a una institución de beneficencia para niños enfermedos de SIDA. Al Hogar de Cristo nada.

- Dentro del presupuesto para la celebración, habrá suficiente dinero para adquirir arreglos florales sólo de Cannabis.

- El día del evento, por favor prodúzcanme un poco para estar a la altura. Si morí violentamente, no me exhiban y pongan una foto que estará disponible en el sitio web.

- Sobre la urna ya grafitteada, pongan copas de martini con cosmopolitan para todos. Importante aclarar antes de morir: Me gusta el Cosmopolitan desde antes de haber visto Sex and the City. Preparación: 1 parte de vodka, 1/2 parte de jugo de arandano, 1/3 de triple sec, hielo.

- La unica persona eximida de tomar Cosmopolitan, es mi vecino. Para él deberá haber un Jack Daniels, pues se quedará con mi gato.

- El Dj inicial me gustaría que fuera mi hermano. Luego la Carola, Mario, Shara, Cipa y todos los demás.

- Cuando vayan a hacer el brindis, , Cercano 1 leerá una carta para todos, guardada por mí en este blog, cuyo password es opuesto al de Msn.

- Luego me gustaría que Cercanos 2, 3 y un voluntario, leyeran algo, cualquier cosa.
Nota: Cercanos 1, 2 y 3 se autoeligirán.

- Después del brindis, disponer de ron, vodka, piscola y pisco sour para todos, además del Bourbon, en la barra, junto con eso habrá baile y distribución de otros aditivos.

- Entierro. Por favor no se olviden de eso. Y no me cremen, porque uno no se quema entera. Los huesos que no se incineran van a una fosa común y no quedaría enterita en un cántaro de greda para que me arrojen completa al Estrecho de Magallanes que es de donde vengo.

- Repartición de bienes: Habrá una caja en mi closet con todos los bienes anotados en un papel distinto. Deberán tomar uno y así hacerse acreedor del regalo que les toque. Hay buenas cosas y otras no tanto, pero a todas les tengo cariño ya que no guardo nada que no me guste.

- Habrá buses esperando para llevarlos al Mercado y una mesa con caldillo reservada para todos.

Muchas gracias y nos vemos!!!

konitukio@elclandestino.cl

"Relatos" en www.elclandestino.cl

lunes, julio 18, 2005

Lagartijas de Invierno

Mañana, a tierras cariocas -menos gélidas que éstas por estos días-, me llevaré el recuerdo de la película de fuego que nos acompañó aquella noche.

Se supone que escogeríamos un DVD al calor de la chimenea, pero fue ésta la que adquirió el rol protagónico y sirvió de imagen de acompañamiento a nuestra tertulia, que también me llevaré de recuerdo.

Fue una noche cerca de la cordillera, con luz de luna, un cielo espeso de estrellas y un intenso frío, que supimos muy bien pintar de cálidos colores y sabores.

El amanecer brillante, una lagartija consumiendo sol igual que la chimenea troglodita que engullía leña tras leña, y nosotros como lagartijas absorbiendo el calor de las brasas.

Los árboles tímidamente floridos y el valle pintado con una surtida paleta de verdes, dando indicios de una próxima primavera.

Me llevo este fin de semana "congelado" en mi memoria, tus besos, tus silencios, tu cercanía y tu distancia.

Queda la sopa en el misterio, y el atardecer para una próxima...

miércoles, julio 13, 2005

Oligolauchas



Aparte de roedores, hay otras lauchas que dentro de la fauna humana corresponden a una suerte de hilacha orgánica de dudosa composición que abundaba entre los dedos de los pies de mi hermana cuando estaba recién nacida.

Son parientes de las legañas, del cerumen, del piñén y de las pelusas de ombligo. Y todos ellos, componen una fauna de renegados seres que parecieran estar vivos, que generalmente son tabú e indecorosos.

martes, julio 12, 2005

Oligoaprovechamiento



Aprendí que si se duerme en diagonal, no se derrocha cama.

Sopa de palabras


Mi amigo me invitó a cenar. Al subir a su comedor, llamó mi atención el enorme ramo de rosas rojas al centro de la mesa. Eran veinticuatro flores que habían estado ahí desde el día en que –según él me ha contado- fui absolutamente hiriente.

Tal vez esas flores hayan sido para mí, pero mis palabras fueron peores que las espinas y, cada vez que él las ve, no puede sino recordar que no me las merecía.

Ahora están ahí y sólo tuve el privilegio de contemplarlas lo que duró aquella sopa mediterránea preparada para mí con fruición y comprensión.

Flores y Chocolates

Endulcé esta gris mañana con los chocolates que mi gran amigo me regaló anoche, cuando llegué triste a casa luego de haber tenido un día emocionalmente devastador.

Se mezclaban en mi cabeza la escena de mi abuela perdiendo poco a poco la tibieza de su piel a mi lado, el lápiz labial rosado que usé para se viera tan linda como ella siempre era, y la partida desde su casa, donde vivió durante más de 50 años, en un ataúd cargado por dos desconocidos.

Mi tía implacable, la casa espiritualmente vacía, el cajón de la cocina ahí -tal como lo había soñado hace pocos días- con sus añejos y queridos objetos de siempre adentro.

Los gatos son sabios, y como ahí solo estaba su cuerpo, él no la reconocía. Mientras yo la acompañaba, mi gato ya no la sentía y nunca más subió a su cama a jugar con ella.

Instancia de familia, de pena, de unión.

Momentos en que se reafirma mi desapego a lo material, ya que pese a que violaron mi auto y me robaron nuevamente todo, eso pierde importancia cuando me encuentro en la Vega comprando pálidas flores mientras llueve despacito.

¡Qué dulces se sienten los chocolates! Y que linda la flor que me traje a la oficina, esa que con cariño me regaló hoy un veguino para que no tuviera pena. Flores y chocolates, lo que más me gusta recibir como regalo. Ahora, deberé recuperar toda la música que me quitaron y qué bien. Porque esta vez manejé pensando en las frases de amor de mi abuela.

lunes, julio 11, 2005

Nenena

Nenena era mi abuela, hoy sólo puedo escribir que siento mucho su partida. Más aún siento que la última vez que la vi haya sido hace 4 meses... Gracias por tus largos años de amor...

viernes, julio 08, 2005

He visto un Oligolindofelino!!!

Cada vez que voy a la abandonada casa de mi abuela, descubro nuevos vericuetos y, despojada de todo temor, voy desplazándome por oscuros pasillos, abriendo puertas, bajando y subiendo escaleras que nunca supe que ahí estaban.

Esta vez volví a ese lugar, enmarañado con telas de arácnidos, con el mismo olor a caoba y a brocattos de tapicería acarosos . Volví a recordar, a estar sola y a enfrentarme a mis momentos de infancia vividos ahí, entre esos mismos muebles, que no se han movido ni un centímetro desde su posición original de 1945.

Han pasado 75 años desde eso y nadie de mi familia ha querido hacerse cargo de esa casa. A veces, así como ahora, la visito y viajo en el tiempo.

Mis hijos tienen la misma edad que tenía yo cuando vaciaba los cajones de madera pintada con esmalte blanco de la mesa de la cocina. En esos compartimentos aún están las mismas cosas de siempre: un corcho de una botella de champagne, unas latitas para cerrar las bolsas del pan, unos posavasos de vaquelita, un tapón de goma, unas tuercas oxidadas, una cuchara de plata muy antigua, unas tapitas de botella tejidas a crochet y un olor que sólo ese cajón tiene y que me evoca los mayores recuerdos de felicidad de mi época de niña.

Después de almorzar jugando con el cajón y su contenido, nos íbamos con mi hermana a inventar algo que hacer. La enorme mesa de comedor un día tuvo apariencia de micro para nosotras, nos sentamos bajo ella en el travesaño: yo era chofer y mi hermanita pasajero. Pero para mala suerte, me tocó un pasajero cagón y tuve que detener la carrera de la micro debido a las órdenes de mi abuela carabinero que se llevó a mi hermana para darle atención de urgencia. Nunca más anduvimos en esa micro.

Estaba recordando eso y riendo cuando apareció en mi memoria ese gatito que le regalé a mi abuela, hijo de Damián, de tan solo un par de meses de edad y que ella tanto amó. "Seguramente ha muerto"- pensé. "En mi familia nadie quiere a los gatos y a éste lo tienen que haber regalado o abandonado en la calle". En fin, ya era hora de volver a mi casa, donde la saturación de ruidos, de preguntas, de risas, de gente corriendo, son el antónimo a este abandonado escenario.

Comencé a cerrar puertas y a dejar todo en orden cuando, a contraluz, veo una silueta de gato. "¿Felipe?". "¿Felipe?". "¿Felipeee?". Él se da vuelta y puedo ver sus iluminados ojazos.

¡Ah mierda! Ese gato ahora era una fiera gigante que tenía la musculatura de un tigre selvático y ya no era colorín, sino oscuro como el más recóndito lugar de esa desolada casa. Sólo brillaban sus ojos, con nostalgia. Y tenía unos colmillos enormes que salían de su boca y, su apariencia en general, me infundía profundo temor.

"A ese gato yo lo crié desde recién nacido, a su madre le ayudé a parir". Así que confié en la sabiduría de la naturaleza y lo dejé acercarse a mí.

- "Hola Felipe"
- "Hola", me contestó.
- "Todavía estás aquí... ¡Qué grande que estás!" Y me acerqué a acariciar su cabeza como solía hacerlo.
- "Sí, mido 9 metros de largo si me estiro en el suelo y pones la huincha de nariz a cola"

Estaba sorprendida y él estaba entregado al cariño como cuando era un bebé, se retorcía en el suelo y sólo pedía que lo regaloneara.

Sonó mi celular, era la Antonia diciendo que me estaba esperando para que le fuera a contar un cuento.

- "Felipe ven conmigo, vamos a mi casa".
- "Esta es mi casa." - Y mientras caminaba se iba perdiendo en la oscuridad de aquel pasillo otrora iluminado por el sol, donde me sentaba a jugar con los dados de mi abuelo.

Tomé mi cartera y me llevé revividos recuerdos, nostalgia y el mejor cuento.

jueves, julio 07, 2005

Oligopatrañas

lunes, julio 04, 2005

Oligopasteles


A veces los amores se parecen a las papas, ya que podríamos decir que éstas últimas tienen diversos nieveles de adjudicación de derechos.

Hay papas para hacerlas puré, fritas, ensalada, soufflé, duquesa, ñoqui, rellena, hilo, rallada o incluso milcao. Depende del tipo de papa.

Si queremos una -o bien- nos tentamos tan sólo con comer papas,
escogemos el tubérculo apropiado cuidadosamente, o también podría ser que agarremos cualquiera.

Sabemos sí donde encontrar la que queremos aunque pueden haber excepciones. En los supermercados están las patatas lisas, pre-escogidas, lavadas, sin muchas deformaciones ni pifias. Y en la feria, tenemos esas que vienen directamente de la tierra y que hay que trabajarlas harto para descubrir la papa que llevan dentro bajo tanto barro.

Los procesos son distintos dependiendo de la que escojamos preparar para comer. Por lo general se le considera un acompañamiento de nuestra dieta y no hay que prepararlas siempre igual porque en la variedad está el gusto.

Si la papa lo amerita, puede dejar de ser un acompañamiento y pasar a un rol más protagónico como integrante de una cazuela, por ejemplo. Pero cuando la papa escogida fue al azar, no la miramos y ya estamos haciendo un pastel, el escenario se puede tornar complicado y culparemos una vez más a los pasteles.

Oligoaborto


Tras dos semanas de duda y habiendo intentado conocer mi estado mediante métodos caseros, comencé a entrar en un estado de incomodidad. Sentí que algo llevaba conmigo, aquí en mis entrañas y que no sería posible mantener esta situación por más tiempo.

Pasé muchas noches preocupada por esto, pensé ir al médico, pero tenía temor y al mismo tiempo esperanzas de que no fuera cierto.

Siempre le había temido mucho a pasar por una situación así, y aunque creí que si era cuidadosa nunca me ocurriría, esta vez estaba realmente preocupada, pues los síntomas indicaban que algo anormal estaba pasando. Buscaba en mis registros de memoria la instancia en la que pude haberme hecho de ésto, cómo, cuando, por qué. Lo raro era que siempre había tomado muchas precauciones y por lo mismo, no podía creer que algo así me estuviera ocurriendo..

Ayer domingo, antes de salir al cine, decidí ir al baño a orinar, pero extrañamente comencé a experimentar extrañas sensaciones vaginales. Sentía la presencia de un cuerpo ahí dentro, cercano a emerger desde las profundidades. Al parecer, mi hipótesis silenciosa era cierta.

Me quedé sentada en el inodoro, mi angustia era casi incontrolable. No sabía si pararme y partir, o quedarme sentada y parir. Apreté mis muslos fuertemente con mis sudorosas manos y comencé a contraer mis músculos de manera muy similar a un trabajo de parto, el cual no se extendió por más de un minuto.

Mi sorpresa fue mayúscula y aterradora al lograr expulsar un cuerpo extraño que habría estado dentro de mí desde hace dos semanas, de acuerdo a la fecha de mi última menstruación.

Me paré y observé la fisonomía de lo que había abortado. Tenía unos ocho centímetros de largo, era blanquecino y recubierto de una mucosa incolora. Estaba extendido y flotaba inerte en el agua. Su cuerpecito de algodón yacía frágil, vulnerable y si hubiera tenido que bautizarlo, su nombre sería Pin-Pón.

Quise renegar de lo ocurrido y tirar rápidamente la cadena, sin embargo, antes me sobrecogió la probabilidad de que aún quedara algo más dentro de mí.

Sin pensarlo, metí la mano al guáter y tomé a Pin-Pón para su revisión. Lo examiné con repugnancia y valor y pude observar que aún estaba tibio, su textura era viscosa y su cordón estaba ahí, completamente enrollado a él. “¡Qué alivio! Ya está todo eliminado”, pensé.

Lo devolví a su nuevo medio acuoso, esta vez frío e impersonal, tiré la cadena y me dí una larga ducha para limpiarme de esta sensación. Sin embargo, la experiencia sufrida no puedo borrarla de mi mente.

Hoy iré al médico a hacerme un chequeo, pues aunque sienta que me saqué un peso de encima al deshacerme de esto -cuyo origen no recuerdo-, podría haber complicaciones.

Tal vez me den alguna medicina, pero de seguro me advertirán que sea más cuidadosa a la hora de volver a usar un tampón y yo tendré la precaución de no darme tantas vueltas en la vida
para no dar pie a ese fenómeno del cordón enrollado profundo.

viernes, julio 01, 2005

Oligoincipientefascinación


Oligolomoduende regaló a Oligolomotukio una Oligolomolito, tantas oligolomotukigrafías tomó que ha de comenzar su Oligolomotukigráficadicción.

www.lomohomes.com/Konitukio